TERCERA ZONA Y CONSTITUCIÓN DE SUJETO
Siempre se ha dicho que los niños son el futuro del país, pero esta afirmación no deja de ser una frase de cajón, un cliché que mantiene la esperanza de transformación de la sociedad, por ende no se presta atención al significado que tiene esta consigna, pues conlleva una serie de implicaciones que parten por la educación que deberían tener no solo los niños y las niñas sino también los y las jóvenes de Colombia y del mundo entero, teniendo en cuenta que en la declaración universal de los Derechos Humanos se plantea que toda persona tiene derecho a la educación.
Sin embargo, es necesario promover la educación, entendida no solo como el conocimiento que se adquiere en las instituciones educativas, sino como el aprendizaje generado en las practicas cotidianas de todo ser humano, las cuales encierran símbolos y significados que permiten a cada persona tener diversas posturas con respecto a la realidad y a la forma de relacionarse con los demás, cave resaltar que esas practicas se presentan con la familia, con los pares y en general con la comunidad a la cual se pertenece, articulando aspectos cognoscitivos, emocionales y actitudinales que permiten la constitución del sujeto, comprendiendo que éste no nace sino se hace a partir de las condiciones que la sociedad le posibilita y de las contingencias que le rodean.
Así mismo, se puede evidenciar que las practicas pedagógicas ya no se establecen solamente en el aspecto cognitivo, pues se ha dejado de ver la educación como conocimiento que se adquiere por medio de libros, sino que ahora se tiene mas en cuenta que es atravesada por la experiencia, la cual posibilita la construcción del sujeto, por medio del juego y la corporalidad que permite que los niños y las niñas se formen a partir de sus propias vivencias, lo cual resalta que el ser humano es un sujeto en potencia, que tiene tres dimensiones: el pensar, el sentir y el obrar, para lo cual es necesario que quienes apoyan el ejercicio de la educación y formación tengan también esta experiencia de la tercera zona.
Sin embargo, es necesario promover la educación, entendida no solo como el conocimiento que se adquiere en las instituciones educativas, sino como el aprendizaje generado en las practicas cotidianas de todo ser humano, las cuales encierran símbolos y significados que permiten a cada persona tener diversas posturas con respecto a la realidad y a la forma de relacionarse con los demás, cave resaltar que esas practicas se presentan con la familia, con los pares y en general con la comunidad a la cual se pertenece, articulando aspectos cognoscitivos, emocionales y actitudinales que permiten la constitución del sujeto, comprendiendo que éste no nace sino se hace a partir de las condiciones que la sociedad le posibilita y de las contingencias que le rodean.
Así mismo, se puede evidenciar que las practicas pedagógicas ya no se establecen solamente en el aspecto cognitivo, pues se ha dejado de ver la educación como conocimiento que se adquiere por medio de libros, sino que ahora se tiene mas en cuenta que es atravesada por la experiencia, la cual posibilita la construcción del sujeto, por medio del juego y la corporalidad que permite que los niños y las niñas se formen a partir de sus propias vivencias, lo cual resalta que el ser humano es un sujeto en potencia, que tiene tres dimensiones: el pensar, el sentir y el obrar, para lo cual es necesario que quienes apoyan el ejercicio de la educación y formación tengan también esta experiencia de la tercera zona.
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Realizado por: Catalina Diaz Sanabria - Bogota.
