BIOGRAFIA DE MI CUERPO

ROSA ESPERANZA LINARES GOMEZ
PEDAGOGIA DEL CUERPO
C.C 52186760 DE BOGOTA
Nací en Bogotá, hace 32 años en un hogar conformado hasta el momento de mi llegada solo con mi mama y mi papa, se que fui una hija deseada pero no esperada, la verdad mis padres no fueron muy afectivos como en el contacto físico, las caricias o palabras muy muy afectuosas que me quedaran como en ese recuerdo, pero por medio de otras cosas me daba cuenta que era importante para ellos, ya que en mi niñez nunca me falto nada material; de mi infancia tengo varios recuerdos y en ocasiones se me vienen a la mente más de un recuerdo, me considere muy fuerte para ser una niña, no me importaba realizar actividades que implicaran fuerza o riesgo como subir a arboles, meterme por montes, golpearme sin culpa pero aguantando no decir nada, recuerdo que salía con los amigos de mi hermano a aventurar y nos metíamos en unos lotes en Modelia, que actualmente son bosques de Modelia, en donde habían unos huecos grandísimos cubiertos de pasto en donde caíamos y salir de ahí era difícil, recuerdo que también habían perros guardianes que salían ladrando tras nosotros y eso era demasiado riesgoso, pero me encantaba… también recuerdo que cuando llovía se hacían unos charcos enormes en las calles y yo como si estuviera en piscina, salía toda sucia, y lavada, con la ropa vuelta nada, pero eso para mí no era nada, al igual que las miradas de los vecinos y personas que pasaban por ahí.
Lo que sí recuerdo es que desde muy pequeña siempre fui muy independiente, tal vez me tome el papel de la mayor muy apecho, pasara lo que pasara siempre estaba durmiendo en mi alcoba, habían días en que me daban miedos de esos que le suelen dar a los niños ya sea por ver películas de terror o leer historias crueles, pero con todo y eso, nunca me pase a la alcoba de mis padres, mis miedos e inseguridades, al igual que muchos interrogantes los despeje y supere sola, siempre estuve como tan segura de mi, de una fortaleza interna la cual siempre me ha acompañado, pero fortaleza para soportar y resistir todo lo que me sucedía, como por ejemplo recuerdo que en cuarto de primaria un niño de esos que le sacan chiste a todo, ese me decía nariz de relieve, esas palabras no se me olvidan, pero tampoco era como para atentar contra mi pobre nariz, también algo que me acuerdo es que cuando una persona que no fuera mi mama me regañaba y con razón por haber cometido un error, me lastimaba yo, rasguñándome el pecho como si este tuviese la culpa de lo que me estaba pasando, castigándolo, lo hice como dos veces no más. Estaría de psicólogo?
Es verdad que cuando uno va entrando en la adolescencia, se va preocupando por la apariencia física, por el cuerpo, por el vestuario, las modas y todo lo que rodea este mundo materialista, claro que yo también estuve en todo esto, eso si nunca jamás hice una dieta y si, estuve en un gimnasio como un mes cuando tenía quince años, crecí con la convicción de que uno debe aceptarse tal y como Dios lo creo, será por lo que uno no tiene, como para realizarse una cirugía, que no las apoya de a mucho, pero bueno el aceptarse como uno es, eso es una cosa, pero el tener que vivir con una inaceptación total de sí mismo y no tener las condiciones para remediarlo.
En torno a mi niñez y a mi vida en general tengo claro que cuando uno no está acostumbrado a ser muy afectivo, ha tener contactos físicos con los seres amados, como lo son los padres, porque esa fue la forma en que a ellos los educaron y así nos educaron a nosotros y nosotros a nuestros hijos es como una cadena generacional, que en mi, se rompió al conocer a mi esposo y al padre de mis hijos, el me enseño a decir palabras de amor, a acariciar y a transmitir lo que se siente a través del contacto físico, a no quedarse en lo tradicional o no temerle al experimentar sentimientos y sensaciones que se pueden tener y conocer de distintas formas.
El contacto físico es un lenguaje bien especial, pensemos en los animales, ellos no tienen un lenguaje de palabras pero a través de sus sentidos se transmiten muchas cosas, como con el olor saben el celo, con el gusto se limpian unos a otros como dando consuelo y así es todo un conjunto de herramientas con ayuda de los sentidos utilizando el cuerpo para un fin.
Debemos tener claro que no se está trabajando con una misma calidad y población de niños, al tenerlos en frente estamos observando no sé 30 o 40 mundos diferentes es nuestra obligación de liberarlos de ese encarcelamiento en que la escuela los tiene al impartirles unos conocimientos generalizados, sin ni siquiera brindarles la posibilidad de experimentar formas distintas de aprender a través de todos sus sentidos y su cuerpo.