Por Oneida Rojas

Comentario sobre la lectura "El esquema corporal"
En mi vida el concepto de cuerpo se configuro con ciertos tabús enmarcados en la moral, la religión, la ética y los valores desde la concepción del individuo como un ser integral. Es de señalar que este tipo de formación no permite comportamientos guiados por el instinto; exalta el uso de la racionalidad y la espiritualidad.
En cuanto a la lectura considero que el cuerpo es el que nos permite, con la ayuda de los sentidos existir y significar el mundo en que vivimos. Es de resaltar que a través de la historia el cuerpo ha tenido diferentes connotaciones como son las que se han hecho desde el punto de vista moral, religioso, artístico, político, etico, biológico, cientifico etc., cada punto de vista en alguna forma ha instrumentalizado el cuerpo según su conveniencia y con fines lucrativos o de poder y fama.
El genoma humano ha permitido la manipulación de la vida ya que quien quiere tener un hijo, puede definir las características físicas que los padres deseen para él. Las academias de modelaje le indican a la juventud actual cuales son las medidas y prototipo de hombre o mujer sexy; en la formulación de leyes es posible debatir como se debe hacer uso del cuerpo desde la parte sexual y como se pueden solucionar los problemas relacionados con embarazos no deseados o producto de una violación.
Los medios masivos de televisión invitan a utilizar el cuerpo como instrumento de placer sin que exista el más minimo respeto por la persona. El erotismo y la sexualidad se promueven como productos de consumo.El cuerpo es un intrumento capaz de comunicar en la cotidianidad y en artes como el teatro, la danza y la mimica; el cuerpo es el canal que nos permite existir. Cuando permitimos que la sociedad capitalista utilice el cuerpo como instrumento para vender una marca o simplemente para mostrarlo de manera erótica estamos contribuyendo al fortalecimiento de la pornografía y a la pérdida de la identidad de la persona ya que se esta convirtiendo en un ser sexual inmerso en su pasiones sin control y guiado por el instinto.