En nuestra sociedad el cuerpo se debe condicionar a unas normas, hay que seguir un modelo en este caso en la escuela: estar sentado y poner atención para poder aprender una serie de conocimientos y programas establecidos coaptados por un sistema, sin tener en cuenta que anatómicamente el cuerpo no está diseñado para permenecer en esta posición.
El espacio cultural, lugar y tiempo permiten desarrollar nexos entre el mundo interior (sentimientos) y el mundo exterior (cultura) dando como resultado el juego o tercera zona que permite la aplicación de lo imaginario y lo real, permite el disfrute de lo que se hace, dándonos la oportunidad de manifestar sentimientos, emociones, inconformismos, por lo tanto jugar es la actividad más seria que ha permitido que el ser humano desarrolle su creatividad, aunque este juego no siempre va a implicar felicidad, algunas veces puede implicar angustia y el cuerpo es el lugar de estas significaciones y representaciones.
Para complementar tengo en cuenta un aporte de Winnicott donde afirma que se deben ofrecer oportunidades para desarrollar los impulsos creadores que constituyen la materia del juego, experimentamos la vida en la zona de los fenómenos transicionales, en el estimulante entrelazamiento de la subjetividad y la observación objetiva, zona intermedia entre la realidad interna del individuo y la realidad compartida del mundo, que es exterior a los individuos.
Olga Lucía Roldán C.
c.c.52.220.447
No hay comentarios:
Publicar un comentario